Los paseos cortos también tienen su momento

Son muchas las rutas del Parque Natural de Redes de medio y largo recorrido, estupendas para disfrutar de un día de montaña. Pero también hay paseos cortos, algunos de ellos que se pueden hacer desde nuestra propia casa rural en el centro del Parque de Redes, y perfectas para un cómodo paseo para estirar las piernas al llegar de viaje, o para hacer en solitario  mientras nuestros compañeros están listos para salir… Por eso iniciamos aquí un capítulo dedicado a los paseos de corto recorrido del Parque de Redes que se puede realizar partiendo de la Casa de Aldea de Los Riegos, o desde muy cerca de nuestro alojamiento.

Hoy nos centraremos en una ruta circular de corto recorrido (2,6 km) que se puede realizar cómodamente en unos 40 minutos y que es ideal para estirar las piernas al llegar del viaje, después de pasar varias horas en el coche.

Hemos dibujado un croquis casero de la ruta, en el que se indica con números varios puntos que se describen en el texto siguiente.

esquema-paseo-circular

Partiendo de nuestra casa rural en Redes, hay que salir desde el aparcamiento hacia la derecha y seguir la carretera que nos lleva hasta el pueblo de Belerda, situado a unos 200 m. de Los Riegos.

Podemos empezar visitando esta pequeña aldea tan típica de la zona de media montaña asturiana que conserva varias edificaciones con características constructivas de la zona y que se describe con detalle en el post que dedicamos a Belerda.

Si subimos siguiendo el río Quixaorio, nos encontramos un potro (punto 1) que aún se utiliza para inmovilizar al ganado mientras se desarrollan las labores de herraje o veterinarias. Junto a él cruzamos el arroyo Quixaorio por un puente nuevo de madera y a los pocos metros llegamos a un cruce de caminos (punto 2). Empieza aquí un repecho en cuesta y rápidamente ganamos altura y al poco podemos ver una panorámica de este pequeño pueblo tan característico de Caso y del Parque Natural de Redes.

El camino sigue hormigonado y discurre entre bosque de castaños con algunos abedules a la derecha y prados a la izquierda. En los taludes del camino y en el sotobosque abunda el arándano silvestre. Seguimos por el camino principal ganando altura, sin desviarnos a pequeños ramales que dan acceso a los prados. El tramo en cuesta se mantiene con hormigón durante unos 350 m. de longitud, hasta llegar a una desviación a la izquierda (punto 3; aquí, tomando esa desviación a la izquierda, llegaríamos en unos 300 m. escasos al depósito de agua de Soto, con lo que podríamos acortar el paseo). Seguimos de frente, con el firme de zahorra en las zonas más “llanas” (aunque hay que tener en cuenta que en la montaña asturiana los llanos son casi siempre falsos llanos), hasta llegar a un cruce donde a nuestra izquierda se une un camino hormigonado y hay una entrada a una finca con una cabaña de piedra (punto 4).

Aquí la ruta se desvía por el camino de la izquierda, pero si queremos alargarla podemos seguir de frente por el camino principal que llevábamos, que continúa varios kilómetros más en dirección a Llindelagobia y hacia la mayada de la Cabritera.

Desde el punto 4 iniciamos la bajada, que nos llevará hasta el pueblo de Soto de Caso. De nuevo, el camino está hormigonado en los tramos más pendientes, aunque suele presentar barro y mucha hoja del castañedo que lo bordea. En este tramo abundan ejemplares de acebo junto con castaños y abedules. Un poco más adelante abandonamos el castañedo y el camino discurre entre zonas de prados, lo que permite contemplar el paisaje típico del fondo de valle en el Parque de Redes: el valle del río Nalón con el pueblo de Soto de Caso y su vega y sus característicos cierres de fincas y enfrente, la sierra de Soto. Pasamos junto al depósito de agua que sirve a Soto y, un poco más adelante, bordeamos un abrevadero para llegar a la carretera general As-117 justo a la entrada de Soto, junto al cruce que conduce hacia nuestro pueblo; no nos queda más que seguir por la carretera local de Belerda para, en 400 m, llegar de nuevo a Los Riegos.

Un paseín para estirar las piernas y que se puede aprovechar para fotografiar la naturaleza y el paisaje de las zonas bajas de Redes o, con suerte (al amanecer o al atardecer y si vamos en silencio) para ver algo de la fauna local, para observar aves y seguro que para cruzarse con alguno de los vecinos de la zona que van a sus trabajos y tareas con quien a lo mejor podremos echar una buena parrafada.